jueves, 20 de mayo de 2021

luces de neón que alimentan nuestro calor

 


todo puede verse grande desde la perspectiva de uno mismo, 

hasta las estrellas se sienten pequeñas en la infinidad del abismo, 

                 { cósmica distopía. 


todo es cuestión de perspectivas: cuando uno no soporta esta vida, 

                 { y quiere huir, irse ya,

lo que hace uno con su consciencia es imaginar que nada es real,

que todo podría ser diferente y quizá llegar a la muerte, 

                 { o desvivirse, a base de impulsos. 


... 


todo, en el fondo, puede tener consciencia, 

asi como nada puede tenerla, en realidad. 

nada puede ser todo lo que hay, 

lo único que existe,

así como todo puede ser siempre real, 

                 { a la par que confuso.


dudas, paradojas, personas que te atormentan incluso,

todo tiene su razón de ser y, solo tú, 

con tu manera de ver el mundo, 

de imaginar y reflexionar cómo es este lugar, 

(solo asi, con tu propia nocion de la vida) 

puedes llegar algún día, 

               { a construir algo que te aporte felicidad. 



viernes, 7 de mayo de 2021

soy una chica mala

 Me recuerdo divisando ese banco y pensar "este es un buen lugar para ponerse a escribir, escentrico y dadaista, perfecto para mi". Estuve escribiendo un rato, al principio me martirizaba pensando en que no era lo suficientemente bueno ni lo suficientemente potente, pero a media que las oraciones se iban dibujando como por arte de magia, al sentir mis dedos poseidos por el ingenio tecleando en la pantalla del móvil, poco a poco se iba esbozando una sonrisa en mi alma, así como una risita tétrica que también se comenzaba a escuchar de fondo. De pronto advertí que apenas en veinte minutos debía entrar por la puerta de mi instituto para asistir a las clases. Pensé para mis adentros en las pocas ganas que tenía de ver al imbécil del profesor, y observé cómo una emoción con alas de petróleo me seducía desde la distancia: la idea de reventarle la cara con el puño cerrado se acercaba hacia mí con cierto ademán de complicidad. Entonces, movida por la prisa que se cernía sobre mí, caí en una sucesión de pensamientos que me llevaron a cruzar a la acera de enfrente para adentrarme en las profundidades de un Mercadona que allí se encontraba. Bajé las escaleras con cierto aire mezcla de macarra y vagabundo, sintiendo cada paso como si estuviera descendiendo por los peldaños de mi hogar. Nada mas cruzar la puerta principial me entró la duda de si saludar abiertamente a todo el mundo con un rotundo y contundente "buenos días", pero rápidamente descarté la idea por falta de tiempo, y por temor a que nadie me devolviera el saludo. Al cruzar la zona de las cajas y dirigirme hacia las estanterías llenas de envases con comida fabricados por asesinos en serie, magnates de la industria, comencé a notar un leve cosquilleo en las manos, como si de pronto me pesaran más, y no podía evitar sentirlas como un cuerpo extraño en el que todo el mundo se iba a fijar para ver si escondían algo dentro de la cartera o del pantalón. Por temor a que mi suposición fuera cierta, me deshice enseguida de la idea que tenía en mente de coger algo prestado de la tienda. Me paré en frente de las lasañas precocinadas, mi debilidad durante este ultimo periodo, pero concluí en que no tenía el hambre suficiente para comerme una de ellas. Entonces fisgoneé un poco mas en los estantes de platos preparados por si alcanzaba a ver algo que captara mi atención, pero nada lo hizo en la medida que estaba buscando. Entonces continué mi camimo y giré hacia la zona de los dulces mientras pensaba "esto será más barato, pero lamentablemente no me apetece comer dulce... hmm, vaya, qué desgracia". Para mi suerte o mi infortunio, atisbé a lo lejos, en el fondo del pasillo, lo que parecían ser surtidos de panecillos y bollería, asi que dibujé una falsa sonrisa en mi corazón y apresuré ligeramente mi paso. Al llegar a la vitrina ojeé en busca de algo barato y apetecible. Cuando vi las napolitanas de jamón y queso maldecí en silencio por no haber ido al Dia, a sabiendas de que allí serían mas baratas. Tras unos momentos de duda y reflexión, me rendí y tomé una de las dos que quedaban. Por algún tipo de asociación extraña, al ver esas dos napolitanas solitarias en su estante, pensé en ti por un instante, aunque, para no mentir, debía decir mas bien que llevaba dos dias sin poder, ni querer, sacarte de la cabeza. Entonces me di media vuelta y, mascullando, fui avanzando por el pasillo en dirección peaje, mientras una voz en mi cabeza me planteaba la opción de salir con ella en la mano como si nada pasara. Noté la ausencia de mis 70 céntimos antes de pararme frente a la cajera, cuando vi que dos trabajadores me habían visto napolitana en mano. Al principio pensé que quizá no se fijarían en si salía o no del recinto sin pagar, o que lo pasarían por alto porque comprenden mi situación, pero al final no pude reaccionar a tiempo, y cuando quise darme cuenta estaba buscando la cola mas pequeña para pagar mi desgraciada napolitana de jamón y queso. Tuve la suerte de ver, en los puestos de la izquierda, una cola vacía, donde el cliente en cuestión estaba terminando de pagar su compra. Así que rauda como una ardilla dirigí mis pasos hacia allá, donde la trabajadora dijo algo que no llegué a captar. Entonces le pregunté por lo que había dicho, pensando que no tendría mayor relevancia, pero me encontré con que la señora había hecho un chiste: "¡ya puedes ponerlo aquí!" - me dijo con cierta prisa, y entonces rió, al darse cuenta de que no había empleado una bolsa de papel para guardar mi aperitivo, y que por lo tanto, sería una guarrería tanto para la cinta corredora como para mi estómago el acto de dejar ahí mi comida. Reí con ella cuando me explicó la situación y puse mi sonrisa falsa y desesperada por excelencia. Tampoco es que la pusiera a propósito, lo había mecanizado y automatizado hace ya mucho tiempo y, al verme envuelta en el nerviosismo que me producía hablar con alguien a quien no quería siquiera mirar, pues no quería mirar en general mas allá de la nada, no encontré mas remedio que el de intentar quedar bien. Pero como me resultó una persona agradable y valiente, hice un esfuerzo por reirme con ella de un modo sincero y contestarle desde el corazón. Aquello me alegró, y tras pagar mis 70 centimos, despedirme y olvidar allí el tiquet, salí danzarina con una media sonrisa en la cara, esta vez sincera y jocosa. 

COMO UN BARCO A LA DERIVA

 me siento en un banco desesperanzada, mi pecho palpita gimiendo de dolor... solloza angustiado por no saber dónde se encuentra... Máscaras apiladas unas encima de otras y todas ellas cubirendo todo mi rostro, todo mi cuerpo. Mientras tanto noto mi carencia de energía vital y comienzo a lamentarme por no tener la fuerza de un huracán, es entonces cuando una pequeña voz en el fondo de mi nuca, como una voz de la consciencia, me dice que yo ya soy un huracán y una vista infinita desde la tarima de un barco en alta mar. Rompería a llorar si supiera cómo hacerlo, me desplomaría aquí frente a todo dios y chillaría sin reparo alguno, sin pudor que me pudiera frenar. Mas hay hoy un miedo sepulcral que me paraliza de pies a cabeza. No quiero acabar de nuevo en el hospital y que violen mi boca forzándome a tragar veneno en forma de cápsula o gotero. Solo puedo recordar, pasmada de impotencia y terror, mi cara adormilada y entumecida, mi cuerpo tras el velo del pijama del hospital y la saliva escapando de mi boca con una sonrisa traviesa, regocijándose en el imperioso hecho de que mi alma estaba siendo aniquilada por profesionales de la medicina, estos mismos que me saludaban con buena cara mientras pensaban en volver a su puta casa a descansar de la que imagino que debe de ser una visión igual o más traumatica de lo que lo fue para mi y para todos los animalillos desbocados que allí nos encontrábamos. No me imagino tener que ver a diario como encierras a una niña indefensa y drogada en una habitación maniatándola de pies y manos, mientras la escuchas chillar y chillar, a tal punto que parece que va a expulsar alguno de sus órganos en uno de los alaridos, y entonces, preso del miedo, ir a buscar una jeringa con droga para clavarle vía intramuscular a esa muchacha poseída y maniatada que tienes frente a ti.... A decir verdad, por un momento me he puesto a imaginar la escena y he notado mi pulso acelerandose, mis pupilas dilatadas de pronto, y mis genitales humedecidos, discurriendo por ellos mi flujo fruto de la excitación que me produce pensar en semejante situación. Una entidad dentro de mi, atemorizada, se escandaliza: ¡¡cómo puedes sentirte asi a raiz de infringirle tanto sufrimiento a una persona!! Palabras poco meditadas resultantes de comportamientos aprendidos. ¿y por que no? le contesto jajaja -suelto una risita perturbadora por entre mis dientes. porque... ¡¡¡porque le estas haciendo sufrir!!! ¿a caso no se te ocurre mejor motivo, más elaborado?  - le pregunto ambiciosa a esta entidad que parece ser bondadosa y justa. ¿qué problema hay con que alguien sufra? le digo, ¿a caso no es gracioso y entretenido ver a alguien sufrir? ¡a mi me excita! ella se queda perpleja, casi puedo observar cómo su mandíbula gesticula dejándola boquiabierta, con ojos como platos. Podia oler su ira invadiendo todos y cada uno de los poros de su piel, y mientras veía como su rostro se iba desfigurando, me imaginaba una tetera a punto de hervir sobre los fogones de una cocina antigua.  Una risa espectante se apoderó de mis interiores y me sentí convulsionar como en medio de un cosquilleo, pero con el calor de la alegría metiendose por entre mis entrañas y haciendolas vibrar. 

Arenas movedizas.

Un día más desperté con la primera alarma de siete que tenía, a las ocho de la mañana. Con los ojos entreabiertos cogí el movil, que estaba destrozándome los oídos con el jodido ruidito de siempre, e intenté apagarla, pero por más que tocaba la pantalla, medio a ciegas, este no dejaba de sonar. Llevaba ya tantos días con esta extenuante rutina que las intenciones del sonido comenzaban a desdibujarse, hasta tornar completamente en burla: una humillación. La alarma parecía haberse dado cuenta de que yo sólo pretendía seguir durmiendo, y en consecuencia, haberse vuelto todavía mas estridente de lo que ya era desde un principio. Por momentos, el runrún que emitía mi aparato se asemejaba tanto a una carcajada que noté cómo una lagrima se escapaba de mi cavidad ocular sin yo poder hacer nada para impedirlo. Sentí como la almohada se humedecía y me retorcí por dentro durante unos instantes, preguntándome si de verdad merecía la pena seguir con vida. No obtuve respuesta alguna, ya que, como la mayoría de mis preguntas, esta también fue emitida únicamente para rellenar un vacío aplastante, silencioso y repugnante, fruto del odio, a sabiendas de que seguía sin ser capaz de dirigirme la palabra. De todos modos, qué mas da, hace mucho tiempo que sé que no me puedo permitir tal lujo como el de acabar con mi agonía a través del suicidio, al menos no hasta que sea anciana. A todo esto me di cuenta de que la alarma seguía con su exasperante zumbido, así que nuevamente intenté tocar la pantalla con el dedo y, con suerte, acertar en la parte del táctil que servía para desactivarla. Lamemtablemente mis resultados volvieron a ser decepcionantes, no sabía qué estaba pasando, por más que la encendiera y toqueteara en busca del botón de apagado no conseguía hacer que el maldito teléfono dejara de reírse de mí, mientras me perforaba los oídos, el alma y la autoestima. De pronto caí en la cuenta de que no podía mover el resto del cuerpo, y que, si trataba de mirar hacia cualquier otro punto de la habitación, una fuerza mayor me lo impedía. Tardé poco en reaccionar, pues ya me conocía los mecanismos de la parálisis del sueño, y tan pronto como pude traté de despertarme. Entonces abrí los ojos y me percaté de que llevaba un buen rato soñando con el despertador sonando, y reparé también en que, en realidad, no eran las ocho de la mañana, ni las nueve, ni las diez, ni las once. En cambio, la noche seguía transcurriendo.

Sentí que me había desvelado, así que tomé unos momentos para pensar en qué era lo que me apetecía hacer durante los próximos instantes de quietud, y concluí en que lo único que quería era seguir durmiendo, y con suerte no despertar al día siguiente. Una parte de mí era consciente de que no iba a ser capaz de echar una cabezada hasta que comenzara a amanecer, pues nada más despertar había notado cómo se apoderaba de mi el vértigo usual que me invade cada vez que mi cabeza entra en bucle, imaginando sin parar algunos de los escenarios paranormales que más me atemorizan. Para cuando decidí levantarme y dar un par de vueltas en círculos dentro de mi propio cuarto, ya había podido avistar de reojo mas de cuatro siluetas diferentes, pero a estas alturas, ya no me lo tomaba tan enserio como antes: había comprendido que tan sólo era producto de mi imaginación y que, por muy factible que me pareciera el hecho de que al pensar en ello haría converger aquella realidad aparentemente irreal con la mía propia, lo que tenía que hacer era tratar de concentrarme en la altísima probabilidad de que, en realidad, ninguna de esas situaciones acabara sucediendo. 

Después caí en la cuenta de que había perdido la noción del tiempo, llevaba un buen rato dando vueltas en círculos como medio en trance, mas mi propia estupidez me sacó de ese hermoso estado. Entonces pensé que quizá sería buena idea salir un rato a la terraza y contemplar las estrellas, que siempre me ayudan a sentirme acompañada, y en cierto modo comprendida: cuando estoy con ellas me siento en calma... Pasaron unos segundos, otra vez me había extraviado en mis pensamientos, en esta ocasión resurgí con una calidez en el pecho que me incitó a coger algo de abrigo y salir por la ventana de mi cuarto, con sigilo. Sonreí levemente al notar el frescor de la oscuridad en mis mejillas, mis pies descalzos disfrutaban de la gélida roca que bajo ellos se encontraba, y noté la suave brisa nocturna entrando en contacto con mi ser, meciendo mi pelaje y colandose por entre el huequito que dejaban mis piernas desnudas. Caminé entonces hasta el sofá y me recosté sobre él; de pronto me noté algo febril, aunque tampoco le di mayor importancia. Permanecí tumbada durante unos cuantos minutos, tratando de que mi tranquilidad no se disipara como lo haría el rocío con los primeros rayos de sol. De repente comencé a notar que me estaba aburriendo de estar en el sofá, y me levanté a ver las estrellas. Caminé hasta la barandilla y me apoyé en ella, por un momento me sentí trascendental y poética, vislumbrando verdades infinitas en la profundidad de lo intangible. Disfruté de esa sensación hasta que comenzó a evaporarse, y entonces miré hacia la negrura del cosmos, escudriñándolo con ternura, sintiendo cómo los astros se daban cuenta de que estaba ahí, mirándolos, pensando en ellos y en lo bonitos que son, confesándoles cómo me siento y hablándoles de mis inquietudes más recónditas... «al fin y al cabo vosotros brilláis sin cesar, y siento que una parte de mí también lo hace. Otorgáis vida como en este planeta, y yo siento que también lo hago, casi sin darme cuenta. El problema reside en que hay una parte de mí que solo quiere dañar, asesinar, destrozarlo todo, destrozarse a si misma, hacer sufrir a las víctimas. Lo peor es darme cuenta de que, por momentos, es como si perdiera el conocimiento y de pronto, le encuentro la gran gracia sin ningún tipo de impedimento ni reparo. El remordimiento viene después, cuando me percato de las atrocidades que estoy pensando en cometer, pero así como me llega se me va, y noto como una parte de mi está medio muerta, practicamente vegetal.»

Pensé para mis adentros que me gustaría poder decantarme sólo por una de las dos, y aunque lo intento, siempre le acabo encontrando cierta gracia y sentido al maltrato.

Súbitamente reparé en que llevaba demasiado tiempo absorta en mis pensamientos, y parece ser este un mecanismo de defensa que tengo para no profundizar demasiado en lo que verdaderamente me sucede, relegándome así de un plano de honda comprensión que creo me llevaría a la gloria. 

A continuación volví a mirar hacia el cielo, pero ya me había cansado de estar ahí fuera y, además, me había desanimado un poco el pensar en todo aquello, así que terminé por volver a mi cuarto. Me posé en la ventana y, con el mayor cuidado posible, me arrojé hacia el interior del habitáculo. Me paré un momento en el medio de mi habitación y sentí como un bostezo inminente me pedía a gritos que me estirara y fuera a acostar, así que sin darle muchas más vueltas, estiré mientras bostezaba, extendiendo mis brazos lo más lejos que pude del torso, y entonces me fui de nuevo a la cama, dejando previamente el abrigo encima de la silla, acariciándolo con ternura durante un segundo antes de soltarlo. Había sido un buen rato, pensé, a pesar de aquella reflexión tan inhóspita. De pronto me puse rabiosa, recordé que llevaba demasiados años evitando el dolor y el sufrimiento, las putas drogas me habían convertido en una esclava del placer constante, o si no del placer, de la evasión del sufrimiento. Sentí una terrible impotencia mezclada con ganas de tirarme al suelo y llorar desesperada que subieron por mi pecho, atascándose en mi garganta. Una vez más me tragaba mis emociones y las hacía desaparecer en un santiamén, como por acto de magia. «¡¡¡¡Estoy harta!!!!» -grité para mis adentros. «Odio llevar mi sufrimiento tan en silencio, y si ya me costaba expresarlo antes de comenzar a drogarme, ahora que he habituado a mi cerebro a buscar la evasión perpetua, estoy jodida» -mascullé entre sollozos. «¿Qué debo hacer?... ¿Arroparme e intentar dormir? parece que ya empieza a salir el sol a lo lejos... ¿Rajarme las venas y llorar en silencio? llevo muchos días aguantandome las ganas... ¿De verdad es este el momento excepcional para el que me estoy reservando?... No, no lo es...», o de eso intenté convencerme: en el fondo me sentía orgullosa de haber logrado generar la costumbre contenerme cuando me venían ganas de hacerme daño, sabía que era la única manera de hacer de la vida algo que no fuera insufrible... Aunque, por momentos, lo único que realmente quería es que volver a vivir bajo el yugo de todo ese dolor y, sin vacilar ni un instante, desatar mi llanto y mi desesperación y mi odio y mi tormento... Todo aquello que aun llevo adentro pero que no me atrevo a sacar por miedo a acabar de nuevo encerrada en un psiquiátrico. 

Malditos cabrones, al final uno le coge gusto a estar ahí, aunque la cosa se torna un poco menos acogedora cuando deciden atarte de pies y manos y pincharte un antipsicotico, mezclado con vete tú a saber qué, con el objetivo de observar cómo se te cae la baba, y dejes así de dar por culo a tus vecinos con gritos interminables y alaridos ensordecedores. En esas condiciones aprendí a reprimir mis emociones: ¿No sientes? No la lías ¿No la lías? Te dejan en paz y acabas por recibir pronto el alta... Aunque ahora lo pienso y ¿Para qué? ¿Para qué salir pronto? ¿Para volver a fumar porros y meterte rallas? Ahora lo pienso y tampoco difiere mucho la cosa si me consigo allí una habitación sin fecha de caducidad, como el dni para los ancianos: con tu colchón, tu baño, tu pasillo y tus salas de terapia y ocio. Ah, y, por supuesto, no se nos olvide el delicioso catering, que tiene aspecto de comida casera pero te llena como una hamburguesa del macdonalds. Desde luego, también tendrás tu dosis diaria de estupefacientes, y de celadores y terapeutas... ¿qué más podrías pedir? Y todo ello por no enfrentarse jamás al mundo real de nuevo, habitando día tras día un espacio reducido de horarios prácticamente inquebrantables, con olor a planta psiquiátrica, a gritos desconsolados y a suspiros de agotamiento y resignación, lleno de locos sedados con los que hablar por unas semanas hasta que desaparezcan, y con suerte no volverlos a ver. Muchas veces me quedo pensando en que probablemente esté hecho a propósito para que siempre se te quede ese runrún en la cabeza que te invita a rajarte las venas solo para acabar de nuevo en el hospital.

Pasé un largo rato en silencio, hasta que, de repente, un pensamiento fugaz me llevó a percatarme de que ya era prácticamente de día... Me hice consciente de mi cuerpo y lo noté cansado y entumecido, así que tras vacilar por unos instantes me acomodé en el colchón y me arropé con las mantas hasta cubrir la mitad de mi cara. Poco a poco noté como me iba durmiendo, hasta que de un momento a otro ya no notaba nada: olvidé que pensaba en que me estaba quedando dormida, y acto seguido me desvanecí.

(...)

De pronto oí la alarma de siempre, y recordé lo que me había sucedido la noche anterior. Rápidamente fui a apagarla y me volví a dormir, estaba cansada y sin ganas de saber nada de nadie. Desgraciadamente al poco tiempo volvió a sonar otra, y repetí el proceso unas 5 veces más. Entonces desperté sintiéndome una pésima persona, no obstante me sentía con energía, así que me desperecé y comencé un nuevo dia, tratando de no dejar cabida a toda la negatividad que en aquellos momentos me rodeaba, pretendiendo poseerme. 

martes, 4 de mayo de 2021

¡a que te escupo en las venas!

soy un alma en pena que desea ser salvada y atendida, 

reside en mi la espera, que por paciencia anhelo que sea traducida, 

también convive conmigo (o me destruye) la prisa: injusta e improductiva, 

esta que hace que se extinga toda esperanza de curar mi herida. 


"¡me divorcio de ti!" "¡me voy a rajar las venas!"

- le dice mi alma a la vida cuando se encuentra entre la tormenta - 

negarme todo lo que quiero no hará que deje de ser deleznable, 

deleznable seré eternamente, mas también seré todo aquello que de mí me salve.


***


viviré a sabiendas de que todo es, fue y será siempre mentira, 

pues toda sentencia se torna real y certera, 

al darme cuenta de que además de una hay infinitas,

dándole cada una de ellas motivos a cantidad de personas en esta sala de espera. 


....


la pseudo-no-existencia es todo aquello que jamás podré imaginar, 

mas todavía supongo que existe en algun lugar. 

la pseudo-no-existencia es diferente para cada ente, 

cada persona es un mundo, que cuando brilla calienta hasta a los peces. 


y aquí entra en juego una nueva cuestión:

¿solo puede ser persona el humano? 

pues yo creo que persona es sinonimo de todo:

lo que existe, existió y existirá, y lo que no existe, ni existio, ni existirá, entrelazándose así consigo mismo, manteniendo su coherencia y su cohesión. 


y es que siempre se acostumbra entre la gente

a requerir materia para considerar algo como existente

¿es que acaso la imaginación no existe 

únicamente por palparla tan solo yo con mi mente? 


o mejor dicho, es requisito empírico que más de un ente

confirme la existencia en cuestión para dictaminar, al fin, que de veras está ahí. 

sino será tachada como delirio, fraude o demencia, por supuesto, 

algo "irreal", sólo porque tú no lo sabes entender. 


aunque, claro, si vienes del alto estanding

con unos buenos fardos de cocaina, 

puedes poner en primera página 

la invención que te de la gana de promover. 


***


déjame pensar que no estoy loco

(le digo sumisa al párroco) 

cuando veo mas allá de mis carencias, 

mas allá de la norma, mas allá de las apariencias


es increíble la cantidad de sabiduría que está a mi alcance, 

visiones de genio que traspasan hasta el papel 

no sé qué haré con ellas cuándo aprenda a leerlas... 

espero llegar lejos con ellas, sentirlo todo adentro de mi incesante ser. 


mientras tanto me pregunto si algún dia saldre del lodo, 

o si ya es parte de mi y he de encontrar en él la satisfacción. 

me perturbo constantemente como ejercicio para mi propia extinción, 

lo único que quiero hacer ahora es cambiar por fin ese modo. 


yo no tengo motivos para hacer nada. 

yo por mi quedaría todo el día en la cama. 

nadaria sin cesar por entre mi ser durmiente,

y me dejaría despertar sólo al llegar a la muerte. 


pues todo lo que vivo parecen ser pesadillas, 

incluso cuando estas me dicen: "no es nada", 

no se si soy yo o un demonio el que me mancilla, 

me dormí rezando, diciéndole a la vida: "para". 


y es que no quiero jamás que nadie se me acerque,

pues lo único que en todo momento tengo son ganas de reventarte. 

reventar a quien? a quien se atreva siquiera a hablarme. 

por eso prefiero alejarte de un tajo antes que dejarte entrar en mi mente. 


.... 


tambien había sentimientos agradables y reconfortantes dentro del tormento, 

como ahora, lo que sucede y sucedía es, que cuando una constante tan devastadora esta en juego,

y apenas deja respiro, 

es muy dificil tener siquiera fuerzas para fijarse en lo positivo.


***


¡HAY MUCHOS GENIOS INGENIOSOS Y ESTUPENDOS! ¡Y YO SOY UNO DE ELLOS!


¡DÉJAME LAMENTARME POR LOS PASILLOS, ETERNOS, LLENOS DE DESDÉN: CRIMEN Y PECADO COMETIDO DÍA TRAS DÍA, ESO SE CONVIRTIÓ EN NUESTRO SUSTENTO, PASÓ DE VENENO A ALIMENTO!


***


Fin. 

por todo y por nada, por la linea que los define y por el espacio que los entremezcla

por las personas que aquí estuvieron, por las que no estuvieron, por mi que estoy ahora aquí, por las que no están, por las personas que estarán y también por las que jamás llegarán a estar.... 


por las personas que estarán, están y estuvieron en todos los rincones y amplitudes del cosmos(existencia-no-existencia) que habitamos...


también por las que jamás llegarán ni llegaron a estar... 


(que el presente no es más que ese punto atemporal desde el cual se puede observar lo que no conocemos y lo que conocimos(también es más que eso)) 


por todo lo vivido y por la importancia que tuvo, por las aventuras que sucederán y nos llenarán de emoción, por la quietud de mi conmoción cuando con gran amor y ternura navego por entre los pasados y los futuros, así lleno mi presente de dicha y plenitud: contemplando más allá de lo que hoy mis manos pueden palpar, pues asi como lo que hoy es tangible(aún siendo intangible) y apenas inevibtable, un dia lo fueron y lo serán los antaños y devenires, y así como hoy son ellos casi impalbales un día lo fueron y lo serán los presentes que durante estos tiempos transcurren...


que se acuerden de mí las generaciones venideras como yo me acuerdo hoy de quienes estuvieron y estarán, en esta paradoja en la que adelante es atrás y todo con facilidad se entremezcla. 

¡Bú!

Me pasa algo que quizá te intimide: veo, siento y escucho los pensamientos que te lanzas a ti mismx, y también los que viertes en el exterior.

¿A ti también te pasa?

No sólo me sucede esto con los humanos, he de aceptar que vaya a donde vaya, me fije en lo que me fije, siempre acabo contemplando multitud de recuerdos, emblemas, cavilaciones... Ya sea en las vigas de un puente o en los asientos de un coche, en las paredes de un hospital o en las latas de cerveza olvidadas por la cuidad. 

Y no sólo esto, también escucho a las nubes, a los árboles, al asfalto, al aire y a sus remolinos de viento... Por escuchar escucho hasta a los muertos. 

Y sufro al nombrarlos de esta manera, relegándoles una vez más del mundo de los vivos, pero todavía me cuesta creer que sea cierto. Aunque algo que menos agradable, pero que frecuenta un largo de onda similar, los demonios, también suelen presentarse ante mí para que les escuche y escudriñe su ser, tratando siempre de hacer que mi mirada caiga en sus brillantes ojos, malévolos a la par que justos, un embrollo que todavía no consigo descifrar. Por desgracia estos parecen más reales por momentos.

Volviendo al tema del escrito, siento que una de las situaciones que más me asombran siempre seguirá siendo para mí el poder entablar conversación con lo intangible, aquello que únicamente estaré observando yo. 

De un modo u otro, la habilidad de percibir las memorias y ofuscaciones de los individuos en si mismos, o en los lugares por donde pasan y pisan, y pisan y pasan, y pasan y pisan, se me asimila a charlar con lo etéreo, y también, de un modo u otro, ambas pueden llegar a resultar tan coherentes y naturales como establecer una diálogo interno, aquel en el que te sumerges con tus razonamientos y sensaciones, reminiscencias y emociones, como en una mecedora, o una tormenta, un vómito, una paliza... dependiendo, supongo, de lo escarpado que te resulte procesar y organizar toda esa información a la que te exhibes como si de un abismo se tratara(y yo siento que lo es).

A fin de cuentas estas tres situaciones(me abstendré de tomar en cuenta a los demonios en este texto) tienen en común que la conexión se produce entre entes semejantes, capaces de comprenderse a un nivel extenso y superficial. Por lo tanto mi trato con los espíritus tampoco es algo que difiera mucho del trato que tengo con las energías estancadas en cuerpos, ni del diálogo interno al que de vez en cuando me someto, aunque he de decir que la primera se asemeja mucho mas al nivel de grandeza que expresaré a continuación. Ya que en esta se vuelve toda la situación tan real y tan pura, tan sincera y solemne... Que es para mi como tocar por un momento el cielo, eso sí, con unas taquicardias acongojantes por entrar en contacto con tal sufrimiento como el del fallecer...

Aunque en esencia sigue siendo el mismo proceso, lo anteriormente mencionado difiere con creces de la grandeza y plenitud que unx siente al observar cómo hablan los elementos... Tanto la tierra con sus rocas milenarias y sus praderas llenas de vitalidad y frescor, sus junglas tejidas con inmensidad y sus extenuantes desiertos repletos de espacio para la imaginación, el aire con sus nubes llenas de sabiduría y arremolinados vientos, zumbando al chocar contra la nada que se le interpone al pasar por entre los rincones, como el fuego en todas sus formas, danzando chispeante mientras su insaciable candela alumbra y calidece a quien se le acerca, y el agua en todos sus estados, tan revitalizante como mortífera, siempre tintienante con su chisporroteo, crujido y vaivén. 

Todas ellas  tienen la habilidad de transformar la ansiedad en comprensión, la angustia en entendimiento, la preocupación en calma... A veces no es a través de la tranquilidad que purifican tu alma, a veces es a través del tormento que te llevan a estados de catarsis tan imponentes como significativos. En esto se asemejan los elementos y los fallecidos y asesinados.

En cambio, creo que el contacto con animales e incluso con otros seres vivos está avocado a derivar eternamente, hasta la evanescencia, en ansiedad y angustia, en desesperación y desconsuelo, en resquemor y quebrantamiento... Sobre todo si hablamos de humanos. 

Todos ellos con necesidades que cubrir, preocupaciones y miedos que disipar o diluir, horarios a los que atenerse, estreses que combatir, dolores que sufrir, inclemencias que soportar... Y claro, toda esa tensión acumulada la van esparciendo allá donde llegan. Es mucha acumulación de energías que normalmente no conducen a ningún espacio que permita concluir en alivio y reconstrucción.

Por eso siempre suelo preferir el silencio, la noche y su ausencia de estrepitosa circunvalación de prisas y desdenes, donde además suelo poder ostentar a divisar el paisaje desde las alturas, o el cielo estrellado desde el más acogedor de los asientos: el suelo.

lunes, 3 de mayo de 2021

depresión y otras especias

noto ausencia de inquietudes en mi silencio

despierto tarde, pero al menos despierto

aunque ese "al menos" no parece ser suficiente

me desgarro por dentro por no ser funcional


y mira que mi silencio siempre ha sido bueno conmigo

aunque ahora lo pienso y también fue para mi un castigo

todo lo que ya hay no es bueno ni malo, es casi inexplicable

pero todo lo que ya hay tiene la habilidad de dañar


eso tenlo claro, el elixir magico puede entrar en un estado de putrefacción 

de un dia para otro tu corazón se ennegrecio tanto... 

mas, mucho más de lo que hasta entonces había hecho, 

y por eso la cama se convirtió en mi prisión 


esto tenlo claro, nos quieren vender un paraiso que no existe

en la vida hay que cazar, lamerse las heridas de un combate

ver atardecer sin haber comido, dormir a las afueras del valle 

estar triste un día, o tres, o un millón, después renacer? oh no, eso nadie lo sabe


noto ausencia de inquietudes, mis motivos para dejar el cansancio atrás no son suficientes 

soy un martirio para mi misma dia a dia con las mismas gilipolleces 

he de darme cuenta de que gran parte de lo que me digo son sandeces 

solo para hacerme daño y no dejarme crecer


tambien es por perder la nocion del tiempo transcurrido y del que queda por llegar

la impaciencia se mezcla con las ganas de cagar

de cagar que? o mejor dicho a quien

de cagar acido sulfúrico sobre mi cara y verme sufrir un dia si y otro también 


apenas me dejo margen, a veces pienso que no debí subirme a ese tren

ya sabes, el tren de la vida, ese en el que si entras solo con la muerte o un coma podrás salir

creo que dominik era richi, no lo puedo desmentir

por eso he de seguir con vida, para saber de berdad que pasó ese día 


a veces pienso que soy un antidoto, 

muchas veces curo a quien se cruza conmigo

a veces pienso que soy un antidoto

pero la mayoria de veces pienso que soy veneno y listo


que ya nadie me venga a hablar, 

voy a despilfarrar toda la droga hasta que me muera

solo he venido a cantar, 

que quiero chutarme caballo por entre las venas


soy una bomba que puede explotar,

por eso intento no pensar, ni sentir

se que este habito me va a matar

sin haber podido disfrutar del vivir


por eso estoy ahora tratando de dejarme sentir

de escuchar lo que pienso, de vivir mis glorias y mis lamentos

y a veces da miedo, parece que voy a explotar por momentos

pero si estallo al menos los dejaré a todos muertos 



este último renglon esta dedicado a todo lo que no he pensado

espero con ganas que llegueis a mi para sentir el poder de la reflexión entre mis manos 

quiero vislumbrar todo tipo de detalles

sentir al caminar que puedo sanar todas las calles


aho







domingo, 2 de mayo de 2021

tu tambien quieres eso conmigo?

solo porque tu me dijiste que si fuera un chico ya habriamos follado, ya no quiero ser un chico por temor a estropearlo todo... que yo se que solo soy un ente, ni chico ni chica, pero siempre me acordaré de aquella vez que dije "si fuera un chico seria gay"... y entonces apareciste tu... 5 años despues de que yo dijera esa oracion...


si me dijiste que si me comias el coño, si me llevaste a una esquina para comerme la boca, si me dejaste que te comiera la polla... entonces es que te gusto? 

y si eres gay, y te gusto yo, no será que al menos una parte de mi es chico?


tengo miedo de que digas que me lo invento solo para follar contigo... pero yo no quiero follar contigo, yo quiero hacer el amor contigo, que me hagas el amor y que yo te haga el amor...


en la eso, bromeaba con que tenía tres rabos, uno de ellos infinito y de color arcoiris (siempre lo tendrás en tu boca), el otro mide 27 metros y es morado rojizo, un poco terroso, el otro es rosa, y mide un metro...


el caso es que despues me declaré abiertamente como agenero, ademas de escribir en aquel blog en terminacion -o...


con esto quiero decir que nunca he tenido del todo claro esto de que yo sea una chica... no puedo ni debo ni quiero negar mi feminidad pues es tremendamente femenina, pero tambien me siento tremendamente agusto y con un gran alivio cuando me veo como un chico



entre el miedo al rechazo general de la sociedad, pues ya lo he vivido en mis carnes, una de las veces por ti mismo, y el miedo a que todo esto sea solo un autoengaño para tener posibilidades contigo... me estoy volviendo loco perdido...



no digo que no lo estuviera ya de antes, siempre he sido el bicho raro y la loca... pero este tema es muy delicado pues he llegado a llorar con esto de plantearme si soy un chico...


la conclusion mas coherente a la que llego es que los generos son un constructo social, y tienen implicitos aspectos tanto destructivos como neutrales y constructivos... yo creo que puedo jugar  con todos esos aspectos, intentando no abusar de ninguno de ellos, en especial de los destructivos que ya nos conocemos...


creo que no quiero encasillar mi expresión dentro de un rol al que me deba acomodar... creo que me encantaria tener un pedazo de rabo y tocarte con el con todo mi amor... creo que el mayor problema es que practicamente todo el mundo me socializa como una chica y yo misma lo tengo mazo interiorizado, asi que creo que jugar a pensar que soy un chico puede ayudarme a irme desprendiendo poco a poco del miedo a no ser una chica mona e irresistible... tambien a acostumbrarme a expresar mi lado mas masculino sin tantos reparos, sin tapujos... me puede ayudar a ir mezclando ambas energías y con suerte llegar en algun momento a desprenderme por completo de ambos roles y solo ser, y solo existir, y solo expresar, y solo sentir, y solo reflexionar


LOS CRISTALES SE SIENTEN SOLOS

los cristales se sienten solos...

por que no miras a los cristales?

los cristales se sienten invisibles, invisibilizados

nadie se fija en ellos, los ojos del mundo se han hecho para evitarlos

al menos los de los humanos

dime, por que no miras a los cristales?


los cristales se sienten solos,

pues solo los miran para no verlos

para fijarse en lo que hay mas alla, tras ellos

tan solo el reflejo es su fiel compañero

el que le ayuda a ser el centro de atencion por un momento

y no los verdes prados o los grises cielos

que tras ellos se esconden, tras su velo

que se asemeja al aire, en eso se parecen

invisibles y tan importantes ambos

tan presentes, en el dia a dia de los humanos

tan presentes y tan olvidados al mismo tiempo

desolados, marginados, dejados por la vista a un lado